CORRIENTES TEATRALES DEL SIGLO XX


CONTEXTO POLÍTICO, SOCIAL Y CULTURAL - Al igual que la narrativa y las otras artes no literarias, el teatro del siglo XX está sujeto a las vicisitudes políticas, sociales y culturales de la época. Y fue sin dudas una época muy interesante, llena de eventos que conmovieron a la humanidad en su conjunto. Fue un período jalonado por guerras, por crisis económicas y financieras, por la aparición de vanguardias artísticas y por la revolución tecnológica y científica. El mapa mundial fue modificando las fronteras de los diferentes países. Mucha gente vivió bajo dictaduras indignas, groseras en su proceder y bajo supuestas democracias que amparaban los grandes intereses de unos pocos. Es el siglo del triunfo total de las corporaciones, del más desenfrenado “tercermundismo”.
Este fue un siglo cargado de acontecimientos de los cuales los que más nos interesan son los sucedidos en el ámbito de lo cultural, así como en el campo de la ciencia y del arte, que contribuyen a perfilar el siglo XX con características desconocidas en etapas anteriores de la humanidad.
El teatro del siglo XX va a experimentar una extraordinaria evolución de la puesta en escena. Con el desarrollo técnico de ese siglo progresan los recursos de escenografía, luces, música y ambientación. A todo esto se le debe sumar el surgimiento de una nueva forma de dirección: aparece el director escénico que a veces deja en segundo plano a los mismos autores. El director es quien imprime su sello en la puesta en escena de una obra. Él la interpreta a su manera y subraya los aspectos que le interesan. La obra, entonces empieza a admitir diferentes “versiones”, distintos enfoques. Por momentos parecería que una obra fuera reescrita por aquel que la dirige.
El género dramático de este siglo es muy rico en experiencias artísticas, puesto que nos enfrentamos a diferentes corrientes teatrales, que a continuación pasaremos a enumerar:

1) EL TEATRO REALISTA: Antes que nada, debemos recordar que el Realismo es un movimiento literario y artístico que surge en el siglo XIX, como una reacción al Romanticismo. El teatro, heredero de este Realismo, igual que la novela, no dejó de sufrir su influencia, de manera especial en los primeros años del nuevo siglo.
           
2) EL TEATRO POÉTICO: Así como el Realismo surge como reacción al romanticismo, el teatro poético surge como reacción al Realismo, o mejor dicho al Naturalismo. Podemos decir incluso que surge como reacción al teatro de gran consumo de “fácil digestión” que se practicaba sobre todo en Francia a través del llamado “teatro de boulevard”, caracterizado por ser un teatro ligero y picaresco, aunque posee ciertos aspectos críticos.
Esta tendencia encontró su escenario adecuado en el Teatro de l'Oeuvre de París y su director escénico es Lugné Pöe, que se proponía sugerir y no mostrar, dar la atmósfera poética más que la realidad o la absoluta verdad. Esta corriente fue muy minoritaria con respecto al Realismo y bastante elitista al desarrollarse como una especie de isla en un siglo tan proclive a los problemas y a los conflictos sociales.

4) EL TEATRO DE LO GROTESCO DE LUIGI PIRANDELLO: Luigi Pirandello irrumpe en la historia del teatro después de la segunda década del siglo con el estreno de “Seis personajes en busca de un autor”. Si bien él es un autor caracterizado por un particular uso de lo “grotesco” lo más novedoso de “Seis personajes en busca de un autor” es el recurso de enfrentarse con el teatro en sí, sin ningún tipo de ilusión, mostrándolo en su mecanismo interno.
Esta es una obra que tiene como tema el propio lenguaje teatral, el hecho mismo del teatro, lo cual es claramente revolucionario y sorprendente en una fecha tan temprana de nuestro siglo.
Pirandello lo que logró fue desmitificar el texto dramático, negándole la condición de representar la vida como si fuera una copia, reintegrándole su validez autónoma, su “vida propia” más allá del espectador, de los actores, del director y aun del propio autor. Como decía este autor a través de uno de los personajes de esta obra: El drama está dentro de nosotros; somos nosotros y estamos impacientes por representarlo tal como la pasión nos los dice”.
Su influencia es enorme e indudable, porque se puede afirmar que, desde este autor, el teatro se enriqueció pródigamente con las posibilidades que le ofrecía este nuevo enfoque de trascender el ya gastado enfoque del naturalismo, experimentando “el teatro en el teatro”.

5) EL TEATRO EXISTENCIALISTA: Bajo esta forma de teatro debemos resaltar a J. P. Sartre y Albert Camus.   
Jean Paul Sartre (1905-1980) es un escritor comprometido con su tiempo, no solo desde el punto de vista intelectual, sino por las vías de los hechos, como, por ejemplo, haber participado de la resistencia contra la ocupación nazi en Francia. Su literatura no es una obra de ficción ajena a sus preocupaciones intelectuales sino una consecuencia artística de esas mismas preocupaciones.
Sus producciones literarias no se limitaron al género narrativo, sino que abarcaron incluso al género dramático.
Tanto él como Camus están incluidos dentro del “Existencialismo”, es decir una tendencia filosófica y artística que surge después de la Segunda Guerra Mundial que coloca al hombre en su irremediable condición de ente mortal” que debe elegir, ser el responsable de sus actos al mismo tiempo que se siente acosado por el desamparo y la soledad.
Es entendible que una tendencia con estas características surja en tiempos difíciles y tormentosos que pondrán en tela de juicio la justicia de los hombres, la eficiencia científica, la razón y la misma comunicación entre un ser y otro.
    
6) EL TEATRO NORTEAMERICANO: El teatro norteamericano irrumpe en el panorama de la literatura universal con el correr del siglo XX. Esto se debe en parte al surgimiento de hombres de gran talento, con enormes recursos materiales y promocionales, dentro de los que podemos mencionar a Eugene O'Neill, autor polifacético y experimentador.
Ya pasado la segunda Guerra Mundial, el autor que practicó el teatro social más contundente y de mayor nivel artístico fue Arthur Miller. Milller logra construir, a través de su teatro, una estupenda parábola contra el fanatismo y el dogmatismo, problemas estrechamente vinculados a la enfermedad que en ese momento sufría la realidad de Estados Unidos como consecuencia del maccarthismo que pretendía borrar de ese país todo vestigio de ideas marxistas, y que se ensañaba de manera especial contra artistas e intelectuales.
No hay que pasar por alto a Tennessee Williams, quien practica un teatro que podría clasificarse dentro del “realismo poético” o del “neorrealismo”, ya que en casi todas sus piezas existe un desencanto de la realidad y una constante búsqueda de evasión de esa realidad.
           
7) EL TEATRO DEL ABSURDO: Este teatro aparece después de la segunda guerra y su novedad reside en que desarrolla lo que puede llamarse una “metáfora” teatral, lo que significa una manera alejada del Realismo tradicional, del Expresionismo. Se trata de un teatro novedoso en cuanto al concepto, al texto y no propiamente a la forma. Entre otra de sus innovaciones podemos mencionar:
a. Su tono que participa a la vez de lo trágico y de lo cómico
b. El rechazo de lo que se considera la psicología tradicional, es decir, la imposición de personajes de una conducta imprevisible, más allá de toda lógica
c. La utilización de un lenguaje coloquial, pleno de repeticiones y aparentes absurdos, que más que comunicar parece sumir al hombre en la incomunicación tan propia de nuestro siglo.

8) TEATRO ÉPICO E INNOVADOR DE BERTOLT BRECHTSus innovaciones pueden reducirse a las siguientes premisas:
a. Su ataque constante al mundo de valores burgueses y su fe en una sociedad nueva y justa
b. La introducción de un teatro de masas contrapuesto al individualismo del teatro burgués.
c. Su “distanciamiento” con respecto al espectador. El teatro para Brecht, debe ser “teatro” y no imitación de la vida, obligándose de esta manera al espectador a mantener una actitud intelectual y selectiva y no ser solo un objeto pasivo atrapado por la magia del espectáculo.
d. Un sentido narrativo y épico más que propiamente dramático
e. La importancia que se le asigna al “ser social” que es el que determina el pensamiento y no el pensamiento el que determina el ser
f. La introducción de música y baladas juegan un papel explicativo y dramático.